jueves, 4 de marzo de 2010

Camboya, colonia de...

"Camboya es un país pequeño. Y deberíamos mantenerlo como a un niño. Nosotros seremos su madre; su padre será Tailandia. Cuando un niño tiene problemas con su padre, puede superar el dolor abrazando a su madre. Cuando el niño está enfadado con su madre, puede correr a abrazar a su padre".

¿Quién dijo eso? ¿Un Primer Ministro francés? ¿Su representante en Indochina? No. El Emperador vietnamita Gia Long en el siglo XIX. Resulta chocante leer textos de la época y ver con qué superioridad hablaban los vietnamitas de los camboyanos. Este es otro ejemplo. Una carta dirigida por el emperador Truong Minh Giang a su representante en Camboya:

"Los bárbaros (en Camboya) se han convertido ahora en mis hijos, y tú debes ayudarles, y enseñarles nuestras costumbres... He oído, por ejemplo, que su tierra es muy fértil, y que tienen muchos bueyes... pero que esa gente no tiene el conocimiento avanzado agrícola, así que siguen usando azadas en lugar de arar con bueyes... Todos esos problemas se deben a la vagancia de los camboyanos. Así que debes hacer lo siguiente: enséñales a arar con bueyes, a recolectar más arroz... Y en cuanto al idioma, deben aprender a hablar vietnamita, [...] nuestros hábitos de vestimenta y nuestro protocolo en la mesa (los camboyanos, como los indios, comen con las manos). Si existe cualquier costumbre bárbara o desfasada que pueda ser simplificada o eliminada, hazlo sin dudarlo".

Pero, igual que tenían claro que los camboyanos eran sus hijos, los vietnamitas sabían que China era su temido padre, el que les trataba a ellos como bárbaros (por no conocer las enseñanzas de Confucio). De hecho, durante el siglo XIX, las relaciones de vasallaje eran habituales en el Sudeste asiático. Los vietnamitas pagaban un impuesto a China y los camboyanos hacían lo propio con los vietnamitas.

Así que cuando llegaron los franceses, no debió resultarles demasiado raro el tono de superioridad... Eso sí, los vietnamitas, a diferencia de los camboyanos, hicieron lo que han hecho a lo largo de su historia: enfrentarse con sus padres.

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