lunes, 25 de octubre de 2010

¿Suicidarse es de asiáticos?

"Mi padre se rendirá mañana, violando los altares sagrados. Pero antes que arrodillarme ante un extraño, moriré para poder presentarme sin mancha ante el soberano del submundo. Ante esta reflexión su mujer le respondió: en verdad eres noble al buscar una muerte tan apropiada. Permítame que le preceda. Mi señor morirá por si padre, y yo moriré por mi marido. De esta manera, ambos cumpliremos nuestra responsabilidad. Sin decir palabra, se suicidó. Acto seguido, Liu Chan asesinó con sus propias manos a sus tres hijos. Finalmente, se cortó el cuello ante el altar de sus antepasados."
Traducción libre de un fragmento de los Tres Reinos, de Luo Guangzhong

El 23 de mayo de 2009, Roh Moo-hyun, antiguo Primer Ministro de Corea del Sur se suicidó lanzándose por un acantilado. Había sido acusado de corrupción. Durante meses, se sucedieron los suicidios entre miembros de la clase política coreana.

Según algunos expertos, el sentido del honor, el "salvar la cara" e, incluso, la pertenencia a una comunidad son factores culturales que explican por qué en Asia se registran más suicidios que en otros continentes. Curiosamente, la organización social comunitaria provoca que los individuos "manchados" quieran, con su suicidio, evitar que sus clanes lleven esas manchas. Algunos expertos creen que sus propios círculos cercanos pueden alimentar la idea del suicidio, precisamente para quedar limpios. Otro factor que contribuye es el rápido crecimiento económico y la presión social por el éxito profesional. Por el contrario, en las comunidades con mayor porcentaje de creyentes, especialmente musulmanes y cristianos, el índice de suicidios es menor.

He encontrado menos información sobre Vietnam. De hecho, al buscar en google, lo que encuentro son decenas de páginas sobre suicidios de veteranos americanos de la Guerra de Vietnam. Parece que fue altísimo durante la guerra y lo ha sido después. Sospecho que en esos casos, la desesperación, y no el honor o salvar la cara, fue el detonante.

Perdonad por esta entrada tan tétrica. Seguiré investigando si este es un problema grave en Viet Nam.

[Nota: en la búsqueda he descubierto que en 2009 se batió el récord de suicidios en el Ejército de EE.UU. como consecuencia de los conflictos en Iraq y Afganistán.]

lunes, 18 de octubre de 2010

Resurrección

No os preocupéis, no me refiero a mí, sino a este blog, más muerto que vivo en los últimos meses. Perdonad por la ausencia, pero desde agosto no he parado: viaje en moto por el centro del país, entrevistas de selección, viaje a Beijing, traducción al español del informe de Vietnam y múltiples visitas. Prometo dar vida al blog a partir de ahora.

Hace dos semanas se cumplió el primer aniversario de nuestra llegada a Hanoi. No voy a caer en tópicos sobre lo rápido que pasa el tiempo cuando uno está viviendo fuera, pero es un buen momento para pararse, mirar hacia atrás y hacer balance. Desde aquel primer descubrimiento de los fantasmas vietnamitas hasta la aventura en moto con Thiet, he tenido la suerte de poder viajar y de comenzar a entender algo de este mundo vietnamita tan alejado (y, a veces, tan cercano) del nuestro. Como pasa con algunas obras musicales que no nos emocionan las primeras veces que las escuchamos, pero que, si insistimos, comienzan a descubrirnos matices que las convierten en maravillosas, incluso mágicas, así se han revelado los vietnamitas. Me parecían duros, avaros y cotillas. Sin embargo, hoy me tratan con cariño cuando hablamos en vietnamita -y avisan a todos los viets que hay alrededor de que yo hablo vietnamita-, me asombra su disciplina y su capacidad de trabajo, bromeo con ellos cuando me enfrento a mi enésimo regateo, y descubro que, además de hacer preguntas personales, están igualmente dispuestos a compartir contigo sus respuestas, algunas de ellas nada banales. Ojalá este estado de ánimo, esta predisposición, me acompañe durante este segundo año.

Mientras escribía el post me acordé de unas palabras de Carlo María Martini, antiguo arzobispo de Milán, que no he logrado localizar en google, pero que venía a decir algo así como que debemos aspirar a conocer a los que nos rodean hasta el extremo, incluidos sus defectos, y, sin embargo, amarles. Lo repetiré para que no se me olvide.