Resulta difícil entender cómo funciona un país comunista como Vietnam. ¿Es como la Unión Soviética? ¿como Cuba? ¿Hay empresas? ¿Es muy distinto a Europa? Incluso viviendo aquí no encuentras respuestas. Ayer, una amiga que trabaja en un hospital público vietnamita me contaba algunas historias increíbles que me ayudaron a entender las perversiones de este sistema Frankenstein (otro día os contaré bondades).
Un hospital acaba de hacer un pedido de más de 20 monitores wireless de la tecnología más avanzada a una empresa japonesa. Mientras, el hospital europeo donde mi amigaba trabajaba sólo disponía de uno de esos monitores. Siendo bien pensados, podríamos asumir que Vietnam trata de avanzar muchos pasos de golpe. El problema es que mientras compran esos equipos de última generación, la dirección del hospital sigue resistiéndose a instalar aire acondicionado en el quirófano para no discriminar a los demás servicios (supongo que para evitar que los cirujanos se aburguesen). Para rizar más el rizo, los que sí disfrutan de aire acondicionado son los que trabajan en la administración y gestión del hospital, es decir, los que deciden que no se instale en el quirófano (ellos no corren peligro de contagio pequeño-burgués).
¿Cómo es posible todo esto? Mi amiga me cuenta que los candidatos para dirigir un hospital ofrecen, como si de una subasta se tratara, entre uno y dos millones de dólares a quien corresponda para ser nombrados. El candidato sabe que los "negocios" con farmacéuticas y demás empresas, le reportarán importantes beneficios que compensarán su generosa oferta.
Curiosa mezcla de retórica comunista, tentaciones capitalistas y corrupción de toda la vida.
que bien volverte a leer!!
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