En 585 la dinastía Sui ordenó crear una red de graneros de emergencia y obligó a las familias a entregar 0,7 bushels (unos 8 o 9 kg) de arroz al año. El objetivo de esos graneros era acumular reservas para enfrentar las habituales hambrunas que ocurrían en épocas de sequía o inundación. Durante décadas no llegaron a funcionar porque la capital utilizaba el arroz acumulado con este sistema para su propio consumo. En 716 el Emperador prohibió esta práctica por lo que, por fin, pudieron utilizarse con el propósito original. Aparentemente, ayudaron a amortiguar el impacto de los abundantes desastres naturales que sufrió China en las décadas de 730 y 740.
En 721 el gobierno enfrentaba un serio problema financiero: los ingresos no cubrían los crecientes gastos de la corte y del ejército. Desde hacía décadas se buscaba una solución al problema de los emigrados internos que no pagaban impuestos al no estar registrados, eran sin papeles de la época. El gobierno necesitaba registrarlos para poder cobrarles impuestos. Dos años después Yu-weng Yun propuso un periodo de gracia fiscal de 6 años a aquellas familias que reportaran su nuevo lugar de residencia a las autoridades locales. La medida tuvo un éxito inmediato: 800.000 familias se registraron en menos de 3 años (de un total de 7.861.236). Curiosamente, o no, algunos miembros importantes del gobierno se resistieron a la aplicación de la nueva política. Por un lado no querían que Yu-weng Yun saliera reforzado. Por otro, muchos de ellos se beneficiaban de esas familias de "sin papeles" (muchos de ellos eran turcomanos, mongoles y otros pueblos no-Chinos), como mano de obra barata. Los siguientes años el registro siguió engordando, hasta llegar en 742 a los 8.525.763 hogares, gracias también al propio crecimiento de la población.
¿Os suena familiar? Sólo han pasado unos 1.200 años. La información proviene de The Cambridge History of China, Volume 3.
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