Ha pasado tanto tiempo que me da vergüenza volver a escribir. ¡Desaparecido durante un mes y medio! Han pasado tantas cosas que ni si quiera sé qué contar. ¿O será que se me ha olvidado cómo escribir un blog? A ver cómo sale...
Antes de ayer cenamos con Nga, mi antigua profesora de vietnamita, y su novio irlandés. Había pasado el fin de semana con su familia, en Ha Long. Su hermana acaba de tener un bebé que parece un luchador de sumo a sus siete meses. La pobre Nga, nos contaba desesperada los problemas de entendimiento con su madre. No se ponen de acuerdo sobre cómo cuidar a su sobrino y a su hermana. Según la tradición vietnamita la madre tiene que alimentarse exclusivamente a base de cerdo durante los primeros meses. Además, hay que bañar al niño en agua caliente y arroparle bien para que no se resfríe, a pesar de que ya sufrimos unos 40-45 grados. Nga, que da clases a médicos internacionales de la OMS, trataba de explicarle, en vano, que las mujeres pueden comer otros alimentos distintos al cerdo y que meter al niño en agua ardiendo tampoco es muy recomendable. Intentaba hacerle entender que en otros países no se hace así y los niños están bien. La madre recurrió a un clásico: "ya... pero en
P.D. Este es el post número 100.
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